viernes, 27 de abril de 2007

Oda a la ignorancia:

Claves para salir de ella o conquistarla: Un llamado de atención en contra del desinterés por la “res- publica” para que siga existiendo.


Para escapar de la ignorancia, o para conquistarla, lo primero que debemos hacer es ensayar, más bien, intentar delinear un bosquejo de las fuerzas que se tejen en la compleja trama de intereses y factores de poder dentro y fuera de “la política” en nuestros días. En la actualidad, frases, como a mi “la política no me interesa”, “son todos iguales”, “yo no puedo cambiar” “ y que querés que le haga” y muchas, muchas más se propagan como el fuego con el viento. Todas estas palabras o frases con sus similitudes o diferencias pero en esencia significan lo mismo.

Por fuerte que nos pueda sonar o parecer, esta epidemia no distingue razas, credos ni educación, clases sociales, si quiera barreras generacionales. Ataca por igual con todos los síntomas a profesionales, comerciantes, profesores, empresarios, operarios, estudiantes ni siquiera los científicos…

Ni la educación, ni los libros, ni la Internet, ni el saber popular, ni la democracia, ni los medios, ni la religión, han podido contra ella. Sus victimas cada vez son más, el cálculo es exponencial.

Debemos reconocerlo al menos para imaginar una solución. Estamos frente a una epidemia de “ignorancia y desinterés” de difícil tratamiento. Su versión más fastidiosa comienza en el organismo del individuo que la padece como un simple síntoma de “desinterés” para luego de un tiempo desencadenar en la horrorosa desidia”. Nadie que la haya padecido ha podido librarse exitosamente, ningún tratamiento de responsabilidad cívica, ha conseguido transformar a ignorantes y vendepatrias en ciudadanos responsables y garantes de una democracia que funcione.